Un propósito que permanece
Cada vez que toca afrontar el desafío de convocar una nueva edición de las Jornadas, se deja sentir sobre nuestras espaldas el peso de la responsabilidad. De la responsabilidad por intentar dar lo mejor de nosotros mismos, por tratar de hacerlo bien, por tratar de hacerlo especialmente bien, porque eso es lo que requiere la ocasión.
La idea de hacer de las Jornadas un foro de encuentro y de participación sigue presente, y no solo se manifiesta en su vertiente más lúdica, haciendo reinar la armonía en torno al ágape; sino también buscando nuevas fórmulas de exposición y tratamiento de la materia.
En esta edición, introducimos una variante, atrevida y, por tanto, no exenta de riesgo, para presentar algunas materias bajo la figura de una explicación de carácter eminentemente práctico, precedida de una introducción teórica y seguida de una propuesta de cuestiones a resolver.
En esta misma línea participativa, todos los profesionales que se inscriban en las Jornadas dispondrán de la posibilidad de dirigir cuestiones a las diferentes mesas, sobre la materia que sea propia de cada una de las mismas.
Estas preguntas se formularán por correo electrónico, con suficiente antelación, para ser tratadas y ordenadas por temas, para su planteamiento abierto en la mesa correspondiente.
Por supuesto, como en anteriores ocasiones, los participantes contarán con una obra colectiva, en forma de manual que recoja las intervenciones producidas en las Jornadas.